lunes, 23 de abril de 2012

Energías renovables: ¿Cuánto terreno habría que dedicar a la producción de biocombustibles?


Defiendo que debemos producir tanta energía por medio de fuentes renovables como nos sea posible. Posible físicamente y posible económicamente. Y me pregunto: si pudiéramos prescindir por un momento de las limitaciones económicas, ¿cuánta energía podríamos llegar a producir por medio de fuentes renovables?

David J. C. MacKay, Profesor de Física de la Universidad de Cambridge, se ha planteado el problema del consumo de energía y de su extracción de todas las fuentes posibles –y por tanto de las renovables- y lo ha hecho  desde un punto de vista de los datos y de las estimaciones razonables y transparentes. Ha publicado sus resultados en el libro  “Sustainable Energy – without the hot air”, disponible gratuitamente en la red (http://www.withouthotair.com/ ). En él, propone ejercicios para hacerse una idea cabal de las dimensiones del problema. Algunos ejercicios sobre las fuentes renovables los ha presentado en una charla de TED (ideas que merece la pena divulgar): http://www.youtube.com/watch?v=-5bVbfWuq-Q

Uno de los ejercicios propuestos por David MacKay versa sobre las dimensiones de las plantaciones dedicadas a biocombustible. Se pregunta lo siguiente. Supongamos que quisiéramos que toda la energía para el transporte por carretera procediera de biocombustibles. En ese caso, podríamos imaginar que la plantación que proporcionara el biocombustible para una carretera dada estuviera justamente al lado de dicha carretera. Cada carretera llevaría al lado su plantación y si la carretera se hace más larga la plantación también, por lo que el único parámetro relevante sería la anchura de la plantación. ¿Cuál sería la anchura de esa plantación hipotética que acompañaría a todas y cada una de las carreteras de España? Las dimensiones del dato serían probablemente extrapolables a muchos otros países. Por supuesto, hay carreteras que soportan más tráfico que otras y, por lo tanto, requerirían una plantación más ancha, pero podemos simplificar el cálculo y pensar en una carretera media.



Así que repito la cuestión: ¿Cuál sería la anchura de una hipotética plantación de biocombustible que acompañaría a todas y cada una de las carreteras de España si todo el transporte por carretera se realizara con ese biocombustible?

Aunque David MakKay lo hace de otra forma, nosotros lo estimaremos de la manera siguiente.

1) El parque automovilístico es de algo más de 30.000.000 de vehículos y la red de todas las carreteras españolas es de algo menos de 700.000 km (26.000 km del Estado, 71.000 km de las Comunidades Autónomas, 69.000 km de las Diputaciones, y más de 500.000 de otro tipo de redes. Estos datos pueden comprobarse en http://www.tecniberia.es/jornadas/documentos/f_Criado_Director_Carreteras_Espana.pdf)
En consecuencia, el número de vehículos por km de carretera es de 30.000.000/700.000, o sea 42,8 vehículos por km. Ya que estamos haciendo una estimación y no un cálculo exacto, redondearemos a 43 vehículos por km de carretera existente.

2) Podemos estimar el consumo anual de combustible del vehículo medio suponiendo que recorre 10.000 km al año y que consume 8 litros cada 100 km. En este caso el consumo anual sería de 10.000 x 8 / 100, o sea de 800 litros por año y vehículo.

3) Combinando los dos datos anteriores obtenemos 43 x 800, o sea 34.000 litros de combustible por km de carretera y año.

4) Un valor razonable para la producción anual de biocombustible por hectárea de plantación puede ser  1.200 litros por hectárea y año. Este dato depende de muchos factores y entre ellos del tipo de cultivo, variando desde los 500 de la soja o los 850 del girasol  hasta los 5.500 de la palma.

5) Dado que una hectárea es un hectómetro cuadrado, o sea lo que ocupa un cuadrado de 100 metros de lado o, también, lo que ocupa un rectángulo de 1 km de largo y 10 metros de ancho, una plantación anexa a 1 km de carretera que tuviera 10 metros de ancho produciría 1.200 litros de biocombustible en un año. Por tanto, para producir los 34.000 litros que se consumen durante ese año en ese kilómetro de carretera haría falta que la plantación tuviera una anchura 28 veces mayor (34.000/1.200=29), es decir de 280 m. Redondeando, la plantación debería tener unos 300 m de anchura. (David MakKay hace la estimación de un modo diferente y utilizando otros datos; su resultado es un orden de magnitud superior: 8 km, si bien su cálculo se correspondería con las carreteras estatales, autonómicas y de las diputaciones, que son un orden de magnitud menor que las de la red completa.)

Resumiendo el resultado, si queremos que todo el transporte por carretera se impulse con biocombustible, tendríamos que reservar para su producción el terreno equivalente a acompañar todas las carreteras, grandes o pequeñas, de una plantación de 300 m de anchura. Algo así como si todas las carreteras del país pasaran a tener una anchura de 300 metros. La superficie total de la plantación sería de unos 700.000 km x 0,3 km, o sea 210.000 kilómetros cuadrados. Y hay que tener en cuenta que la superficie total de España es de 505.000 kilómetros cuadrados. Es decir, que sería necesario emplear casi la mitad del territorio para plantaciones productoras de biocombustible.

Esta estimación confirma la conclusión de David MakKay: aunque la estimación se corrija por variaciones razonables de los datos, la cantidad de terreno requerida sería siempre una parte muy sustancial de todo el terreno disponible.

Si esta conclusión se extendiese a las demás energías renovables, habría que concluir que en un horizonte deseable de producción de energía sin emisión de CO2 las energías alternativas aportarían una parte y la otra parte debería aportarla la energía nuclear. Y, ante la necesidad de energía nuclear, ¿no sería lo más razonable elegir la más segura, la que menos residuos genere, la que menos oportunidades de para la producción de armamento, la más duradera, la más barata? No podemos pasar sin el Torio y sin sus reactores de fluoruro líquido.